Detrás de un boleto de colectivo, Juan Pérez escribe: Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
– No, no va a funcionar -murmura, y haciéndolo un bollito, lo arroja por la ventanilla.
Nota de la escritora: para aquellos no insertos dentro del mundo del microrrelato, hay un escrito muy famoso de Augusto Monterroso que, con tan solo una línea (sí, sí, una oración sola), inspiró más textos que muchos autores que han llenado páginas y páginas de tinta. Si buscan “El dinosaurio” de este escritor guatemalteco verán que mi minitexto es otro más de los tantos tributos que rondan por el mundo de lo hiperbreve.
Es tiempo de cortar
las ramas que van hacia la nada
de regar las plantas que no caducan
Es imposible salvar todo el jardín
como si quisiera alumbrar una calle oscura
con una lámpara de pie
La vida se trata de aprender
sobre todo
la técnica de plantar semillas
se requiere de paciencia para verlas crecer
y decisión para quitar la maleza
que tapa la nada
pero no alimenta la tierra fértil
Espero a que llegue la primavera de mis días
mientras hundo las manos en la tierra húmeda
y observo lo que traen de vuelta
No dejo que nadie labre la tierra por mí
ni me devele el pronóstico del tiempo
La lluvia medida siempre es buena
para el jardín
Aunque llueve mucho en otoño
El mundo de costado 